Las esculturas más románticas alrededor del mundo

El amor nos acompaña cada día de nuestra vida. Incluso si no tenemos pareja, el afecto que sentimos por nuestra familia y nuestros amigos nos envuelve. Así ha sido desde el inicio de los siglos y diferentes escultores se han encargado de retratar su idea del amor desde tiempos inmemoriales. Aprovechando que se acerca San Valentín, nos encantaría hacer un recorrido junto a vosotros de las esculturas más románticas alrededor del mundo. ¿Os apetece? Entonces, ¡subid a bordo!

Esculturas románticas para el día del amor

Romeo y Julieta

El artista estadounidense Milton Hebald esculpió esta escultura que, actualmente, podemos encontrarnos si paseamos por Central Park (Nueva York). Está hecha a partir de bronce y se creó en unos talleres de Roma en 1977. Como os habréis podido imaginar por su nombre, en ella se representa a los protagonistas de la tragedia escrita por Shakespeare, Romeo y Julieta. ¿Habéis tenido la oportunidad de ir a la Gran Manzana a ver esta auténtica maravilla?

El Beso

El artista francés, Auguste Rodin, realizó esta conocida escultura en el siglo XIX, más concretamente en el año 1881. Hay una historia curiosa detrás de esta obra de arte y es que, su idea inicial era representar la conocida escena de La Divina Comedia en la que Paolo y Francesca son asesinados a manos del marido de ella cuando los descubre besándose. Sin embargo, conforme iba esculpiendo y dándole forma a su obra, se dio cuenta de que las siluetas que estaba modelando transmitían una cierta sensualidad. Precisamente por ello, decidió alejarse de la idea inicial y convertirla en una obra independiente. ¿Lo sabíais? ¡Es muy interesante!

El banco secreto del conocimiento

Esta escultura, creada en 1993 por la artista canadiense Lea Vivot y que se encuentra en la calle Wellington de Ottawa, frente a la Biblioteca y Archivos de Canadá, está compuesta por dos niños sentados en un banco. ¿Lo más significativo de esta obra? En el banco se pueden observar más de 100 mensajes escritos a mano que provienen tanto de escritores como de personas corrientes en los que se habla de la importancia de la lectura. Así es, se puede decir que es una obra que ensalza el placer de la lectura y del amor en la juventud. Qué tierno, ¿verdad?

Psique reanimada por el beso del amor

Quizás esta es una de las esculturas neoclásicas más conocidas y, precisamente por eso, la hemos elegido para encabezar este post. Antonio Cánova se inspiró en el personaje de Cupido, el dios romano del amor y en Psique, una humana convertida en diosa, para realizar esta auténtica obra de arte. Con esta idea en la cabeza, esculpe esta escultura en 1793 en la que representa a Psique, despertando por fin tras un largo castigo, gracias al beso de su esposo Cupido. En ella, el artista muestra complejos sentimientos y emociones y, además, plasma excelentes detalles en todos los ángulos de las figuras.

 Disfruta del amor rodeado de arte

¿Conocéis alguna otra escultura que represente el amor tan profundamente como lo hacen estas? Es increíble como los diferentes autores a lo largo del transcurso de la historia se han inspirado en diferentes personajes y temáticas para representar el amor. Mientras que unos se inspiraron en personajes literarios, otros lo hicieron en divinidades e incluso en el amor por una afición. Curioso, ¿verdad?

En realidad, nos pasaría lo mismo si ahondásemos en qué se inspiran los artistas para tratar cualquier tema. Vivimos en un mundo complejo en el que el mismo sentimiento puede expresarse de mil formas diferentes y en el que, además, la misma situación nos puede llevar a lugares muy distintos. Quizás sea por eso por lo que el arte nos enriquece tantísimo el alma.

¿Nos contáis si habéis visto alguna de estas esculturas y cuáles os morís de ganas de ver? ¡Tomaremos nota para ir hablando de todas ellas! ¡Feliz San Valentín!